miércoles, febrero 27, 2008

Capítulo I

Ella estaba leyendo un ejemplar de ‘El profeta’. Luego de leerlo en su totalidad, lo cerró y lo apoyó en una mesita cerca de su cama. Observó por la ventana, y después de varios minutos, una lechuza blanca llegó. Rápidamente se encargó de leer la correspondencia que acababa de llegar.

Querida Ashley:

La pequeña Summer comenzó este primero de septiembre su primer año en Hogwarts. Prometió enviarme una lechuza en cuanto tenga novedades, y yo te prometo a ti que haré lo mismo con sus noticias. No puedo creer que la niña ya tenga Once años... Tú has sido de gran ayuda todo el tiempo, muchas gracias. Sabes que me ha resultado difícil cuidar a nuestra hermana menor...
La muerte de nuestros padres en la última batalla de Hogwarts hace diez años nos ha mantenido muy distantes y afectadas. Con nuestros 27años, dejamos de vernos luego de haber terminado séptimo en Hogwarts y te he extrañado mucho.
Perdóname por nuestra discusión... Ha pasado mucho tiempo desde entonces... Éramos muy jóvenes...
Summer no sabe nada de ti... Para ella, su única hermana soy yo. Pronto llegará el momento en que se entere, tarde o temprano...
En conclusión, te comento que estamos viviendo en La Rivera , nuestro hogar. Espero que en este período o cuando tú lo decidas conveniente nos visites...
Con afecto, tu hermana melliza. Phoebe Claire Chadwick.


No lo comprendía. Desde la ultima vez que conversó con el remitente de esa carta, ambas habían dejado en claro que no querían verse nunca más. Desde esa fecha, decidieron que Phoebe se quedaría con Summer {Ésta tenía apenas un año de vida} y que Ashley colaboraría con algunos galleons al mes. Nunca antes había recibido una lechuza de su hermana... ¿Había un mensaje oculto en aquella carta? Ashley Astoria Chadwick decidió guardarla en su bolso y buscó su varita para realizar un hechizo convocador ya que necesitaba encontrar unos papeles entre el montón que había en la mesita. Entre ellos había una fotografía de ella con una amiga hace bastante tiempo atrás.
Recordó sus años en Hogwarts en los cuales había trabado amistad con Sophie Elric, actual esposa de Nicolás Niwa, sangre pura. Ambas estaban abrazadas en la foto, sonrientes y con sendas varitas en las manos. Sophie era su única gran amiga en ese colegio. Ésta comprendía todo de ella, y viceversa. Luego de terminar el colegio, solamente se escribían, no habían encontrado una oportunidad para volverse a ver, solamente para ambas bodas.
En cambio, su hermana Phoebe había trabado muchísimas amistades en su paso por Hogwarts. Phobs nunca estaba sola y siempre estaba rodeada de gente que la admiraba y quería.

Se escuchó un ruido. Era Draco Malfoy, su esposo, que llegaba luego de utilizar la Red de Polvos Flú para volver de La Mansión Malfoy junto con su hijo Scorpius. Éste pequeño niño tenía apenas 4años. Se parecía mucho a su padre. Rubio y de ojos grises. Ashley, su madre, en cambio, tenía el cabello oscuro y ojos verdes.
- Querida ¿ Dónde éstas? Ya llegamos. – Dijo Malfoy.
- Aquí arriba, en nuestra habitación. Enseguida bajo – Ella bajó y saludó con un beso en la mejilla a su hijo. Luego besó a su marido. - ¿Alguna novedad?
- No, para nada. Tengo hambre. ¡Lancelot! Prepárame ya mismo algo de comer...
- Si amo, Lancelot enseguida se lo traerá. – Contestó el Elfo doméstico que estaba en la cocina escuchando.
- ¿Y tú? ¿Alguna noticia?
- Recibí una correspondencia de mi melliza... Informa que Summer comenzó su primer año en Hogwarts... – Ashley sacó su varita que estaba ubicada debajo de su túnica- Accio carta ! – Ésta salió de su bolso y llegó a las manos de la muchacha. Enseguida se la entregó a su marido. Él la leyó en silencio y cuando terminó la guardó en donde estaba.
- ¿Y qué piensas hacer?
- No lo sé... Tú sabes lo difícil que fue todo para mí, para ambas. No sé si se casó, si tubo hijos, no sé nada.
- Pero mi amor, para eso es que se tienen que reunir... para contarse esas cosas. Casi me olvido; Niwa, que como sabes trabaja conmigo, me dijo allí que nos invita el viernes a cenar en su casa. Conocerán a Scorpius y nosotros a su pequeña. ¿De acuerdo?
- Sí, me encantaría...
- ¿Qué te parece que le respondas la carta a tu hermana?
- No lo sé... No se que decirle...- En ese momento llegó Lancelot invitando a su amo a comer en la cocina.
- Ya voy Lancelot... Ashley, tranquila. Tú sabrás, piensa bien.

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